Los 4 Pensamientos que Liberan a la Mente del Samsara

Meditación en los Cuatro Pensamientos que Liberan a la Mente del Samsara

Fuente:www.movimientorime.cl

En el budismo tibetano existen diversos métodos de meditación, y el objetivo fundamental de los métodos de meditación es realizar la sabiduría. Aquí podemos entender sabiduría como dos aspectos, uno que tiene que ver con el adecuado reconocimiento de la realidad tanto externa como interna, lo que esta todavía al nivel de la mente, al alcance de nuestro intelecto relativo y otro que tiene que ver con el descubrimiento de la realidad última, que está más allá del nivel de la mente convencional.

Los distinguimos al llamarlos realidad relativa y realidad última, pero ambos aspectos finalmente coexisten y son parte de la misma realidad, la realidad absoluta, o realidad total, más allá de la mente ordinaria.

Dar el salto a este nivel de realización no conceptual, que está más allá de la mente, es en realidad algo muy difícil, por lo tanto el Buda como los maestros realizados del pasado, han enseñado que si comenzamos por el nivel relativo, por nuestro nivel habitual podremos eventualmente alcanzar el nivel absoluto o último.

Las palabras y conceptos, no son el estado último, la realización, pero correctamente utilizadas pueden ayudarnos a mirar aquello que debe ser mirado. Es por ello, que se utiliza el estudio o el escuchar las enseñanzas, de modo de adquirir discernimiento, una visión de la realidad. Tanto el estudio de los textos, como la reflexión personal de su contenido, aunado a la meditación analítica de cada uno, que se hace en el contexto específico de la práctica de calma mental, son prácticas realmente muy poderosas para ayudarnos al despertar de nuestra sabiduría, y a la transformación de nuestra mente.

El texto de Lopon Tsechu Rinpoche, está reproducido en su integridad, como una guía para ayudarnos a reflexionar y mirar nuestra propia mente.

He preferido dejarlo así, en vez de poner una práctica de meditación formal en “Los Cuatro Pensamientos que Liberan la Mente del Samsara”, porque la sabiduría tradicional del Buda contenidas en las palabras del Lopon, si es que podemos captarla de modo sutil, más allá del las palabras, son el objeto de la meditación en sí.

Mi recomendación es pues, leer cada una de las 4 secciones por separado, no leer todo el texto como si fuera un libro que uno quiere terminar rápidamente.

Luego meditar claramente uno mismo, por unos minutos en cada tema.

Luego así con los cuatro por separado y después terminar con una meditación silenciosa de calma mental, simplemente relajando la mente, y dejándola por unos instantes en su estado natural.

Como todas las prácticas del Budismo, finalmente dedicamos el mérito, para lo que podemos usar los versos al final del texto. No he incluido como se hace tradicionalmente, al comienzo de las prácticas, los versos de la toma de refugio en el Buda, el Dharma y la Sangha, pues no me parece apropiado, para los principiantes, “tomar refugio en palabras” sin entender el sentido, ya que estrictamente eso, es una aspiración, pero no un camino de transformación o un entrenamiento como es visto en el Mahayana. Más bien, en este caso al estudiar y al leer la enseñanza estamos yendo directamente a tomar refugio, o guía en el Dharma e indirectamente entonces, en el Buda y la Sangha. Entonces con esta comprensión del Dharma, podemos realmente tomar refugio en el sentido del mismo, y luego será sencillo tomar refugio usando las palabras, o hacer la toma formal de refugio, con un maestro o maestra budista, que será “testigo” de ello.

De este modo se puede tener una correcta comprensión de lo que significa el refugio, y no considerarlo como una mera fóormula devocional o una plegaria ritual. En este mismo texto hay varias explicaciones técnicas, sobre los diversos estados y condiciones, pero esto no es particularmente relevante. Si algo no está claro, o no se entiende se puede consultar a alguien que entienda el tema o a nuestro lama. Aquí lo importante es “saborear” el sentido de la enseñanza, y al mismo tiempo mirar cómo es que nuestra mente está presa de las cuatro ideas opuestas:

1. Creemos que todo seguirá siempre igual, básicamente como nos gusta, que nosotros mismos permaneceremos, que nuestra vida durara muchísimo, y que podemos postergar todo.

2. No creemos realmente que esta vida sea gran cosa, que haya grandes oportunidades de desarrollo espiritual, etc., más bien el tiempo lo pasamos persiguiendo objetivos materiales para esta vida solamente.

3. No entendemos la ley del karma, como algo que hacemos cada día, sino por el contrario, descuidamos nuestra conducta de cuerpo, voz y mente, menospreciando el poder de los mínimos actos mentales y físicos negativos.

4. Y finalmente buscamos ser felices en el samsara, abrigamos la esperanza secreta de que haciendo todo lo que hacemos habrá finalmente un refugio lleno de felicidad en este mismo samsara donde podremos tener todo lo que hemos anhelado para siempre.

Nuestra condición, es finalmente una condición de relativa negación de la realidad, de la realidad tal cual es, mientras vivimos más en una especie de ensueño mágico, en que esperamos tener la suerte de que todo saldrá bien al final.

Por último, esta meditación analítica, este texto en que hay que reflexionar, parece ser el menos meditativo y místico de todos, sin embargo, contiene los cuatro antídotos a nuestras formas más básicas de ignorancia, falta de reconocimiento, y desatención. Constituyen la forma más poderosa y simple en que la esencia de la doctrina de la vacuidad, el Mahamudra, el Dzogchen, el Madhyamaka, el Chod, el Tonglen, etc., todas las enseñanzas más altas, se nos muestran, de una manera accesible y clara. Parafraseando a Deshung Rinpoche III, “en la tradición budista, las enseñanzas más altas y profundas, se dan al comienzo”.

Buena práctica, Buena Meditación.

Mauricio Salinas M. (Ngakpa Konchog Thondup Dorje)

Un texto de Lopon Tsechu Rinpoche

¿Qué significa liberar la mente del samsara?

Significa liberarse uno mismo de cualquier apego a la vida en los tres reinos del samsara. Los cuatro pensamientos, las cuatro preparaciones generales, nos permiten desarrollar esa libertad, cuando reflexionamos sobre el precioso nacimiento humano, la impermanencia, el karma y los sufrimientos del samsara.

El precioso cuerpo humano

Uno habla del precioso cuerpo humano refiriéndose a la preciosidad de la existencia humana, la cual es muy difícil de obtener. Es valiosa porque tiene involucradas ciertas libertades y habilidades. Esta preciosidad es descrita a través de tres aspectos: por comparación con la situación general, comparaciones numéricas y analogías.

El primero de esos tres aspectos describe las llamadas “libertades” que caracteriza el precioso nacimiento humano. Un nacimiento humano es precioso porque uno ha evitado ciertas clases de nacimientos que lo confrontarían a uno en una situación completamente diferente a la encontrada en el reino humano.

Aquí hablamos de ocho clases de existencia:

(1) Nacer en estados de paranoia donde uno constantemente experimenta el sufrimiento de calor o frío extremos;

(2) Nacer en los reinos de los dioses hambrientos donde se experimenta constantemente el sufrimiento del hambre y la sed;

(3) Un nacimiento animal donde los seres tienen la experiencia de ser cazados y oprimidos, comerse unos a otros y ser sometidos a abusos;

(4) Nacer en tierras no civilizadas, donde uno no tiene la posibilidad de aprender algo que lo oriente a un camino positivo;

(5) Nacer como un dios, especialmente un dios con una vida muy larga. Como resultado de acciones positivas recientes un dios con longevidad experimenta felicidad y gozo durante su vida. Sin embargo, experimentar el resultado de acciones positivas de esa manera significa que eventualmente el buen karma se agotará. Luego de sus largas vidas esos dioses renacen en estados bajos y dolorosos;

(6) Vivir como un ser con incapacidades mentales, donde uno no puede entender el significado del Dharma ni practicarlo;

(7) Vivir con visiones incorrectas tendiendo automáticamente a acumular acciones negativas y por lo tanto las causas de futuros sufrimientos;

(8) Nacer en una época donde no aparece un Buda, donde no hay enseñanzas budistas y por lo tanto uno no recibe ayuda para liberarse de los sufrimientos del samsara.

En esas clases de existencia, uno experimenta sólo sufrimiento. Uno no experimenta libertad en el sentido de ser capaz de practicar el Dharma. Tener un precioso cuerpo humano significa no sólo que uno ha evitado esos tipos de existencia, sino que uno está equipado con cierta clase de capacidades.

Aquí se describen diez aspectos, cinco de ellos nos conciernen directamente. Uno ha nacido en un cuerpo humano. Uno ha nacido en una región donde las enseñanzas del Buda son accesibles. Uno tiene órganos sensoriales intactos. Uno no tiene perspectivas erróneas. Uno tiene una confianza natural en el Dharma. Los siguientes cinco aspectos están más relacionados con nuestro ambiente, con nuestro entorno: Uno ha nacido en una época en la que un Buda ha aparecido Ese Buda ha dado enseñanzas – lo cual no podemos dar por garantizado, ya que no todos los Budas necesariamente dan enseñanzas. Esas enseñanzas, si han sido dadas en el pasado, han sido preservadas y siguen siendo accesibles. Uno toma y practica esas enseñanzas – una condición muy personal, a pesar de estar listo con los aspectos externos. Si uno se encuentra en la excelente situación descrita, pero no practica, entonces tener acceso a las enseñanzas no es de mucho beneficio. Uno debe también tener un buen corazón, y una disposición amorosa natural hacia otros seres – de nuevo, un aspecto muy personal.

Esas ocho libertades y diez condiciones construyen las dieciocho condiciones las cuales, cuando están todas juntas, constituyen “un precioso cuerpo humano.” Si una de esas condiciones falta, uno no puede llamar a esa existencia humana “preciosa”. Todos nosotros hemos obtenido un nacimiento humano que califica como precioso. Eso no es fácil de obtener; al contrario, es muy difícil y para que sea posible uno debe acumular una gran cantidad de potencial positivo en vidas anteriores. Sobre todo, hay una causa que nos permite renacer bajo tales preciosas circunstancias: esto es el atenerse a una disciplina. Por un lado la disciplina tiene que ver con los diferentes votos que hemos tomado en el camino de la liberación personal. Por otro lado, esto tiene que ver con evitar las diez acciones negativas. Sin embargo la calidad de la disciplina es la causa directa para obtener una preciosa vida humana.

Hay historias que muestran la dificultad de obtener una preciosa vida humana. Por ejemplo, imaginen una casa de vidrio con paredes completamente pulidas. Si alguien lanza guisantes crudos a las paredes de vidrio, muchos de ellas se romperán y caerán al piso. Es más improbable que los guisantes se peguen al vidrio. Sin embargo si constantemente lanzas guisantes al vidrio, tarde o temprano se pegaran. La probabilidad de obtener un precioso cuerpo humano es mucho menor que la probabilidad de que un guisante se pegue. O imaginen que un pequeño anillo esta flotando en el océano. En el fondo del océano vive una tortuga especial que sale a la superficie brevemente sólo una vez cada cien años. La probabilidad de que la cabeza surja dentro del anillo es minúscula, pero es mucho mayor que la de obtener un precioso cuerpo humano. Uno también puede ilustrar el valor de la rareza de un cuerpo humano cuando uno compara el número de diferentes tipos de seres. Por ejemplo hay estimaciones muy precisas de cuantas personas viven en este país. Esto es bastante conocido. Sin embargo si tratas de contar cuantos insectos viven simplemente en un pedazo de tierra, podría ser imposible.

Todos nosotros hemos nacido bajo circunstancias que hacen nuestra vida humana algo muy precioso. Debemos recordar que tenemos nuestra preciosa vida humana porque hemos acumulado una gran cantidad de potencial positivo y hemos purificado nuestras mentes de muchos oscurecimientos. Justo ahora estamos disfrutando los resultados de esto, pero es importante utilizar este resultado en la mejor y más sensible manera posible, de otro modo estamos sencillamente desperdiciándolo. Sería como emprender un largo viaje para conseguir algo y regresar con las manos vacías. O como si hubiéramos cargado una cubeta vacía para tomar agua y retornáramos con la cubeta vacía, en ambos casos, un viaje perdido. Debemos también tratar de hacer lo máximo con nuestra afortunada situación y no despilfarrarla.

Hacer nuestra vida significativa significa utilizar el Dharma y practicar los diferentes métodos que el Buda enseñó.

El Buda dio una gran cantidad de métodos de modo que no es posible para una persona practicarlos todos. Por lo tanto uno debe practicar aquellos métodos que corresponden con nuestras habilidades. La práctica del Dharma en su mejor sentido significa practicar como Milarepa y alejarse de todo lo concerniente al mundo ordinario. Sin embargo, en el mundo de hoy, sólo algunas personas son capaces de practicar el Dharma en ese grado. Si uno no es capaz de practicar de esa forma, uno debe resolver practicar lo más posible personalmente.

Uno debe hacer tanto como uno pueda. Esto se refiere a todas nuestras prácticas, meditación, acumulación de mérito, practicas de purificación y, por supuesto, las prácticas preliminares.

Una manera de acumular mérito positivo es hacer ofrendas a los Budas. Lo mejor, es ofrecer gran cantidad de cosas que tengamos. Cuando esto no es posible, podemos ofrecer agua clara. Si eso tampoco es posible, podemos ofrecer muchas flores. O, a falta de esto, con una mente llena de devoción, podemos imaginar flores y ofrecerlas a los Budas. En nuestra propia mente podemos imaginar todas las flores que hemos visto durante el día. Haciendo ofrendas a los Budas de cualquier manera posible acumulamos tendencias positivas en nuestra propia mente. Otra posibilidad es ser generoso con la sangha. Uno debe ser tan generoso como sea posible y apoyar a la sangha con una mente respetuosa. La tercera posibilidad es ser generosos con todos los seres sensibles. Uno hace todo lo que sea posible para ayudarlos. Por ejemplo cuando uno se cruza con un animal sediento, puede darle agua. Esos diferentes ejemplos muestran que siempre es posible practicar acciones útiles y meritorias en diferentes niveles. Uno debe realmente tratar de hacerlo al máximo posible, para fortalecer nuestro propio potencial positivo y destruir la negatividad que aflige nuestra mente.

En lo que se refiere a las acciones virtuosas o dañinas, uno no debe tener una actitud muy seria, obviamente las acciones negativas deben ser evitadas, y una pequeña acción negativa no es para despreocuparse. Una acción negativa, ya sea grande o pequeña, es siempre negativa y conllevará a problemas y sufrimiento. El resultado será siempre negativo porque corresponde a la acción original. Por lo tanto, uno no debe solo concentrarse en evitar las grandes acciones negativas, sino que debe distanciarse uno mismo de las pequeñas acciones que uno fácilmente consigue. Por ejemplo, imaginen un inmenso montón de pasto seco, tan grande como una montaña. Si el montón se enciende aún con la chispa más pequeña, toda la montaña de pasto se incendiará. De una manera similar, aún las más pequeñas acciones negativas pueden tener un efecto muy destructivo. Eso también se aplica a las acciones útiles. Uno nunca debe pensar que las acciones positivas pequeñas no tienen valor y por lo tanto nunca hacer un esfuerzo por realizarlas. Uno puede fácilmente tener ese punto de vista. Uno piensa que no esta capacitado para realizar acciones positivas en un grado significativo y, por lo tanto, nunca hace el intento. Pero una acción positiva siempre tendrá el resultado correspondiente y debemos hacer lo posible en el ámbito personal. Con respecto a la práctica, no debemos pensar que no tiene sentido comenzar porque no podemos hacer una cantidad suficiente. Debemos practicar tanto como podamos, eso es bastante.

Impermanencia

El segundo de los cuatro pensamientos básicos trata de la impermanencia. Hay muchas maneras de terminar una vida humana antes de morir de vejez. Una lámpara de mantequilla consiste de un contenedor con mantequilla y una mecha. Cuando una lámpara como esa se llena hasta el tope y le mecha aún no es encendida, corresponde con la situación de una persona que aún no ha nacido. Una lámpara cuyo combustible ha sido consumido completamente corresponde con una persona que ha fallecido de vejez. Entre esos dos ejemplos hay un gran número de variaciones. De hecho hay muchas más condiciones que producen la muerte que aquellas que mantienen la vida. Nuestra vida puede ser comparada con una gota de rocío sobre una hoja de hierba, es muy frágil y apenas sale el sol se evapora. La vida es muy preciosa no sólo porque es muy difícil de obtener sino porque es muy fácil de perder.

El precioso cuerpo humano brinda muchas posibilidades, pero hay una certeza y esta es la muerte. Incierto, sin embargo, es el momento exacto en el que vendrá. Esto no se rige por regla alguna, los niños no necesariamente viven más que sus padres. Los maestros no necesariamente mueren antes que sus estudiantes. Aún cuando las personas saben esto por sus propias experiencias, parece que para ellos es normal creer que los niños naturalmente vivirán más que sus padres. Sin embargo, si echas un vistazo a tu alrededor y consideras tus experiencias, concluirás con certeza que eso no es algo predeterminado. Aunque uno tiene la buena fortuna de seguir vivo, no podemos dar por asegurado que esto continuará siendo así. El momento de nuestra propia muerte puede llegar en cualquier momento. Ese es el problema con la vida, es muy frágil, muy fácil de perder, y fácil de destruir.

Al momento de la muerte uno se encuentra muy solo, a pesar de lo cerca que pueda estar la familia, de cuantos hermanos o hermanas tengamos, o cuantos cercanos y buenos amigos tengamos. No nos pueden acompañar o ayudar al momento de la muerte. Aún las cosas materiales que parecen muy importantes para nosotros, a pesar de todo el dinero que tengamos, cuan grandes o atractivas sean nuestras casas o automóviles, no podemos llevarnos nada de esto cuando morimos. Eso también se aplica a lo que esta más cercano a nosotros y lo que más queremos: nuestro cuerpo. Nuestra sombra nos acompaña completamente durante nuestra vida. No tenemos que llevarla o preocuparnos por ella, automáticamente esta allí. Pero aún nuestra sombra no nos puede acompañar más allá del momento de la muerte.

Lo único que realmente cuenta al momento de la muerte son las tendencias que hemos acumulado en nuestra mente. Tanto las impresiones positivas como dañinas nos acompañan aún cuando queramos o no. No podemos simplemente tomar las impresiones positivas y dejar las negativas de lado. Esas tendencias determinarán nuestro estado mental. Ellas determinan como experimentamos nuestra muerte y los momentos siguientes. Si hemos acumulado una gran cantidad de impresiones positivas en nuestra mente, entonces experimentaremos el resultado apropiado. Experimentaremos gran cantidad de felicidad y no encontraremos el sufrimiento que acompaña las tendencias dañinas. Sin embargo, si las tendencias negativas son predominantes en nuestra mente, ellas determinarán nuestra experiencia en el sentido de que experimentaremos sufrimiento y dolor. Debemos estar conscientes de esto. Para el momento de nuestra muerte y lo que sigue nada puede ayudarnos excepto la manera que hemos vivido.

Karma – Causa y Efecto

El karma tiene que ver con la causalidad. Una acción específica nos lleva a un resultado específico. Una acción positiva nos llevará a un resultado de naturaleza positiva, es decir, a experiencias de gozo y felicidad. Por otro lado, una acción negativa llevará inevitablemente a un resultado doloroso. Esto seguramente causará sufrimiento. Esto ocurre por si mismo, porque inevitablemente el resultado corresponde a la naturaleza de la causa. Por ejemplo, si plantas una semilla, un cierto tipo de planta crecerá de allí, de una semilla de arroz, crecerá una planta de arroz y no de otro tipo. Por lo tanto es muy importante ser cuidadoso y hacer todo lo posible, desde las acciones más grandes hasta las aparentemente muy pequeñas, de modo de fortalecer la actitud positiva.

Las tendencias dominantes en nuestra mente serán las primeras en madurar. Si están caracterizadas por tipos de conducta negativas, entonces las experimentaremos primero y serán predominantes en nuestras vidas. Experimentaremos el sufrimiento y no seremos felices. Esto exacerba nuestros problemas porque no nos manejamos bien y nos metemos en más problemas. Si, por otro lado, fortalecemos nuestras conductas y acciones positivas, entonces nuestra felicidad y gozo se incrementarán y se harán nuestras experiencias predominantes. Esto entonces refuerza nuestra habilidad para fortalecer conductas positivas.

Los cuatro pensamientos no fueron “inventados” por alguien simplemente para oprimirnos. Son auténticos, completamente ciertos, y fueron enseñados por el Buda Shakyamuni. El Buda dio esas enseñanzas de su sabiduría que todo lo conoce, su gentileza amorosa y su habilidad excepcional. Todos tienen fuertes oscurecimientos en su mente, en donde las principales emociones perturbadoras son el apego, la ira y la ignorancia.

Sobre la base de esas emociones perturbadoras, un gran número de otras emociones perturbadoras surgen en nuestras mentes. Esto influencia nuestras acciones y nos lleva a muchas otras actividades negativas. En nuestra situación presente, los sentimientos perturbadores son muy dominantes y nos llevan a actividades físicas, verbales y mentales mediante las cuales acumulamos karma negativo.

Hablando a modo general, hay un gran número de actividades negativas, pero ellas son divididas en categorías específicas. Tres tienen que ver con nuestro cuerpo: matar, robar y dañar sexualmente a otros. Cuatro tienen que ver con nuestra habla: mentir, difamar, dividir y charla inútil. Las tres acciones negativas de la mente son la mala intención, envidia y cultivar perspectivas erróneas. Esas diez acciones negativas deben ser evitadas a toda costa. En vez de esto uno debe hacer lo opuesto, realizar las llamadas diez acciones positivas, que son lo contrario de las acciones negativas mencionadas. Hay cinco acciones negativas que cargan una gran cantidad de fuerza negativa. Se les denominan las “cinco acciones extremadamente dañinas”. Estas son: (1) matar a nuestro propio padre, (2) matar a nuestra propia madre, (3) matar a un Arhat, (4) dañar físicamente a un Buda o a quien representa al Buda, como nuestro propio maestro, eso también aplica a la destrucción de las representaciones del Buda, y (5) dividir a la sangha. Llevar a cabo alguna de esas acciones significa acumular karma extremadamente negativo. El resultado de esa acción madura especialmente rápido luego de la muerte, sin un período intermedio. Como un resultado de esa acción, uno inmediatamente se encontrará a sí mismo en un estado de paranoia. Es por eso que la descripción general de esas acciones es: “las cinco acciones con las cuales no hay estado intermedio (bardo).” Hay otras cinco acciones que son muy similares: (1) destruir una estupa, (2) matar a un Bodhisattva “común”, alguien que no ha alcanzado un nivel de realización directa, (3) matar a nuestro propio lama, (4) involucrarse en un acto sexual con un Arhat realizado, (5) robar de las tres joyas, por ejemplo robar una ofrenda. En general, las acciones negativas no tienen una sola cualidad buena, son simplemente dañinas.

El Buda sin embargo dijo que tienen un aspecto positivo, y es que uno puede purificarse de la negatividad que ha creado. Esa purificación es posible a través de los llamados cuatro poderes, arrepentirse de las acciones, reparación de los efectos negativos, la resolución de no repetirlos y la renovación de nuestro refugio en las tres joyas. Aún con los cuatro poderes es extremadamente difícil, remover las tendencias que han sido creadas por las cinco acciones extremadamente dañinas.

Es también difícil manejar las impresiones negativas en el caso de no tener confianza alguna en las tres joyas y aferramientos a visiones erróneas.

Los inconvenientes del samsara

Debido a nuestro karma que nos lleva a la maduración de ciertas experiencias, la rueda de la existencia condicionada gira constantemente. Eso es el samsara, acciones y karma acumulado que se manifiesta a través de esas experiencias.

Cuando las acciones positivas predominan, uno experimentará un resultado más o menos gozoso. Cuando las acciones negativas predominan uno experimentará principalmente sufrimiento. En ese sentido, dentro del samsara uno diferencia entre seis distintos tipos de experiencia o estados de existencia: reinos de paranoia, estados de fantasmas, existencias animales, existencia humana, estados de semidioses y dioses. No importa cual de esas situaciones observemos, en todas no encontramos más que sufrimiento. El samsara no es más que sufrimiento porque es el resultado de acciones acumuladas.

Podemos echar un vistazo rápido a los seis estados de modo de comprender lo que significa vivir en cada uno de ellos. El estado de paranoia no es solo un reino en cual hemos nacido. Es el nombre de un estado mental dividido en diferentes subreinos. Hay, por ejemplo, dieciocho tipos diferentes de reinos infernales. En ocho de ellos los seres sufren principalmente de un intenso calor, y en ocho diferentes experimentan un frío extremo. Hay dos reinos más similares a estos, haciendo dieciocho en total. En todos esos estados no se experimenta sino calor y frío. Uno puede pensar que hay un gran sufrimiento en esos reinos paranoicos, pero que los otros reinos no son tan malos. Uno debe entonces echar una mirada a lo que sucede en los mundos de los espíritus. Los “fantasmas hambrientos” nacen en esos estados y sufren de hambre y sed. En una descripción de eso reino se dice que un espíritu hambriento no escucha la palabra “nutrición” o “agua” ni en cien años, y mucho menos tiene la posibilidad de obtenerlas. Los espíritus hambrientos son descritos con estómagos tan grandes como montañas y bocas tan finas como un cabello, de modo que es imposible para ellos satisfacer su hambre y sed. Aún cuando finalmente consiguen comida o bebida, esta se les transforma inmediatamente en algo tan repugnante como sangre o pus. Esa es su experiencia predominante. Una vez más uno puede pensar que las cosas no son tan malas en el reino animal. Sin embargo cuando uno observa la situación, de nuevo sólo observa sufrimiento. Es fácil ver cuanto sufrimiento experimentan los animales de agua o tierra, como son constantemente cazados u oprimidos. Esos son llamados los tres reinos inferiores, porque el sufrimiento es muy dominante y son de naturaleza brutal. Sin embargo, también encontramos sufrimiento en los llamados reinos superiores. Por ejemplo el principal problema con los asuras o semidioses son los celos. Ellos ven las experiencias placenteras de los dioses y están envidiosos porque sus propias experiencias palidecen en comparación. Por lo tanto están peleando constantemente con los dioses, pero nunca ganan. Siempre son los perdedores y están continuamente celosos. Eso es lo que condiciona su sufrimiento. Aún los verdaderos dioses también sufren. Aunque tienen mucha diversión durante su vida, ellos experimentan gran cantidad de sufrimiento antes de su muerte, se hacen conscientes de que están muriendo con siete días de anticipación. Siete días en el reino de los dioses es equivalente a siete años humanos. Los dioses observan donde renacerán luego de su muerte y debido a que han utilizado todo su buen karma caerán hacia los reinos bajos. Reconocen ciertas señales durante el proceso de decadencia que ocurre al aproximarse su muerte. Por ejemplo, las flores que adornan sus cuerpos se marchitan y sus cuerpos comienzan a oler mal. Así el sufrimiento también alcanza el reino de los dioses. Finalmente en el reino humano uno experimenta el sufrimiento del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte.

Por lo tanto, en cualquier reino de existencia que observemos uno se da cuenta que el sufrimiento y el samsara son lo mismo. Uno puede comparar el samsara con sentarse en el tope de una aguja. No hay un solo momento sin sufrimiento.

Los cuatro pensamientos que liberan la mente del samsara son muy importantes para nosotros. Muchos de los antiguos maestros han dicho: “las cuatro practicas preliminares son más profundas que la practica principal.”

Para nuestro desarrollo en la práctica del Dharma es extremadamente importante tomarse el tiempo para desarrollar un entendimiento claro de esos puntos de vista fundamentales. Luego que uno ha ido a través de los detalles y entendido las explicaciones de la “preciosa vida humana”, uno puede entonces apreciarla completamente. Luego uno considera la “impermanencia”. Cuando uno ha considerado esto a fondo, naturalmente entiende como funciona el karma, como funciona el samsara y el sufrimiento que existe en los diferentes reinos de existencia.

Cuando uno ha desarrollado esos puntos de vista fundamentales, uno posee un fundamento sólido sobre la cual construir la práctica del Dharma, llamadas las “cuatro prácticas preliminares” – postraciones, mente de diamante, ofrendas del mandala y guru yoga. Sobre esa base firme, uno es capaz de dejar surgir la realización directa. Si uno no se toma el tiempo para construir un fundamento sólido, puede ser difícil de llevar a cabo el resultado deseado de todas esas prácticas. Es como construir una casa. Sin una buena base la casa puede colapsar fácilmente.

Hay muchas explicaciones más referentes a este tema, pero les pediré que mantengan en mente lo que ha sido dicho aquí. Estar en el samsara significa sufrimiento. Debemos, sin embargo, estar felices de tener el buen karma de renacer con un precioso cuerpo humano. Esa es una situación afortunada porque significa que tenemos excelentes posibilidades que no se encuentran en otros reinos de existencia.

Tenemos un cierto grado de libertad para discriminar entre las acciones positivas y dañinas. Tenemos la posibilidad de abandonar las acciones negativas y concentrarnos en las positivas. Si practicamos ser útiles a través de la vida seremos capaces de obtener un estado de liberación del samsara. Por otro lado si nos enfrascamos en las acciones negativas, obtendremos el resultado correspondiente y no seremos capaces de liberarnos del samsara.

Continuaremos con el ciclo sin final de un estado de existencia a otro.

Por esa razón debemos estar conscientes de la gran oportunidad que tenemos aquí y ahora y hacer lo mejor para utilizarla mientras podamos.

Tomen el tiempo para estudiar el Dharma y practicar. Eso es muy útil y los animo a continuar haciéndolo.

Nunca se detengan en su práctica del Dharma.

Meditación abreviada en los Cuatro Inconmensurables (Amor, Compasión, Igualdad y Gozo).

Tomado y Adaptado rápidamente de varios recursos en la Web por Ngakpa Thondup.

Es importante desarrollar la motivación correcta, es decir, una motivación que no sólo sea mejorar nosotros, sino también contribuir al mejoramiento de los demás y del entorno.

Podemos visualizar en frente de nosotros la imagen majestuosa de Buda Shakyamuni, y si tenemos más experiencia el Árbol del Refugio con todos sus detalles.

Si es difícil de imaginar o nos genera tensión, entonces dejar la mente en paz, abierta y relajada, con la noción de que al frente está esta forma que es la manifestación tangible del estado iluminado. Frente a ella estamos nosotros meditando, en nuestra forma humana común que es muy preciosa. Meditamos en que como humanos podemos ayudar mucho.

También podemos estudiar el Dharma, ganar dinero, ser altruistas, y que no hemos de malgastar esta preciosa existencia y sí hemos de usarla bien. Pensamos que además no vamos a dañar a nadie.

Las cosas son impermanentes, así que esta vida la vamos a perder, sea como sea. Pensamos en desarrollar el altruismo ahora mismo, una motivación así va a ayudarnos a morir tranquilamente, ya que nos permitirá hacer cosas que nos trasciendan a nosotros y a nuestras circunstancias.

Además, si hago cosas negativas generaré mal karma y esto madurará también en condiciones negativas en mis vidas futuras. Es más, no desaprovechare esta oportunidad, ya que ahora es cuando uno puede crear las causas para la felicidad futura.

El mejor refugio y protección de los sufrimientos es el Buda (y todos los seres iluminados) que estamos visualizando.

Ellos nos protegen del sufrimiento del samsara, no por medios mágicos o supranormales, enseñanzas o doctrinas metafísicas en las que podamos evadirnos, sino que a través de su ejemplo y su enseñanza, nos ayudan a entender como son las cosas y como debemos cultivar nuestras cualidades, eliminando los estados inhábiles.

Nos ayudan, no sólo a nosotros sino también a todos los seres que quieren ser felices, pero esta protección no viene meramente de contemplar o de pensar o de sentir cosas muy bonitas, sino de ver con claridad la naturaleza de las cosas, y es para poder tener esta claridad en nuestra mente, es que vamos a meditar en los cuatro pensamientos inconmensurables o ilimitados.

Es a través de la enseñanza y de los métodos de meditación y en particular a partir de la transformación profunda de nuestras actitudes es que podemos alcanzar el verdadero refugio y la verdadera protección, representada aquí por el estado que han alcanzado el Buda y todos los seres iluminados. Es este estado, el verdadero refugio, que ellos nos recuerdan y nos inspiran a alcanzar.

Este estado esta caracterizado por muchas realizaciones, y estas realizaciones tienen su base en los Cuatro Pensamientos que transforman la mente, y en los Cuatro Pensamientos inconmensurables o sin límites. Estos 8 aspectos en su conjunto son la base para la Cultivación de la Mente Iluminada o Boddhicitta.

Compasión o Bondad Amorosa: que todos los seres estén libres de sufrimiento y de sus causas, libres de todo el sufrimiento, que no quede ninguno, y además de sus causas: el karma negativo, los auto-engaños y confusiones y los pensamientos negativos.

Amor: que todos los seres posean la felicidad y sus causas: las seis perfecciones (generosidad, paciencia, entusiasmo, ética, concentración y sabiduría, siendo las tres últimas llamadas los tres adiestramientos superiores, pues ellos llevan a la liberación) y una mente compasiva, que da lugar a la felicidad duradera, que no cambia.

Gozo o Alegría: Una mente llena de Compasión y Amor, es una mente llena de alegría y de gozo. En este estado de gozo, reconocemos que la naturaleza básica de la mente es igual a esto, Amor y Compasión inseparables del Gozo natural. Descubrimos al realizar esto, que nuestra mente natural es un estado de paz y contentamiento, pero además de esto, notamos un estado de claridad, de lucidez, que es también, inseparable del gozo. En este estado entendemos que la base de la mente es esta condición, y que todos los seres poseen esta misma cualidad básica. Reconocemos que no hay bases para el apego o el odio, para el deseo y la aversión, y que todas las cosas están en este estado de igualdad primordial.

Igualdad o Ecuanimidad: Que todos permanezcamos libres del apego y del rechazo hacia los otros. Estamos libres de apego a unos y rechazo a otros, nos relajamos si estamos en ese estado ya que todos los problemas vienen del apego y del rechazo, por tanto la ecuanimidad proporciona felicidad a la mente, la pacifica y la tranquiliza. Además con una mente relajada, tenemos un cuerpo relajado y una respiración relajada. Todo lo que va mal en la vida viene del apego y del rechazo. Pensamos que todos los objetos a los que tenemos apego se transforman en vacuidad, así que meditamos en la vacuidad. Pensamos que todos los objetos a los que tenemos rechazo se transforman en vacuidad, así que meditamos en la vacuidad. Ahora pensamos que por la meditación purificamos las causas y que por eliminar el apego y la aversión obtenemos la iluminación, este estado mental es la Boddhicitta, la que es capaz de eliminar apego y la aversión. Algo hemos desarrollado la Boddhicitta por hacer esta meditación, y aunque sea por unos breves instantes es suficiente porque se estabiliza con la cultivación repetida en el tiempo. En el estado de igualdad, la mente todavía reside en amor, compasión, y alegría. Comprendemos que es sabio mantenernos en este estado, preservar la mente boddhicitta en todas las circunstancias, sin importar sin son favorables o desdichadas.

Es bueno meditar sobre la impermanencia y los cuatro inconmensurables.

Lo primero es desarrollar la renuncia, lo segundo es la Boddhicitta.

Después la ecuanimidad y la vacuidad, es decir, la visión correcta.

Todas las enseñanzas de Buda están en estas tres cualidades: renuncia, compasión o Boddhicitta y vacuidad.

Meditar en ellas es como meditar en todas las enseñanzas del Buda y esto deja una impresión en nuestro continuo mental.

Finalmente dedicamos el mérito con la aspiración de que la realización y comprensión, grande o pequeña que hemos alcanzado, no se pierda y se manifieste en el resto de nuestras actividades de la vida diaria, no importando si ellas aparecen para nosotros como circunstancias adversas o circunstancias favorables… Decimos la plegaria en español o en tibetano 3 veces para potenciar la intención básica que hemos mantenido durante nuestra práctica.

Oración para dedicar méritos # 1

CHANG-CHUB SEM-CHOG RIM-PO-CHE / MA-KYE PA-NAM KYE-GYUR CHIG / KYE-PA NYAM-PA ME-PAR-YANG / GONG-NE GONG DU PEL BAR SHOG

Que la Suprema y Preciosa Boddhicitta (mente iluminada), nazca donde no haya nacido, y que donde haya nacido se mantenga sin declinar e incluso aumente, y que por el poder de mi intención esto se haga realidad verdaderamente.

Oración para dedicar méritos # 2

TONG-NYI TA-WA RIM-PO-CHE / MA-KYE PA-NAM KYE-GYUR CHIG / KYE-PA NYAM-PA ME-PAR-YANG / GONG-NE GONG DU PEL BAR SHOG

Que la preciosa visión de la vacuidad, nazca donde no haya nacido, y que donde haya nacido se mantenga sin declinar e incluso aumente, y que por el poder de mi intención esto se haga realidad verdaderamente.