Yongue Khachab Rinpoche – La Práctica de la Mente

Por el Ven. Yongue Khachab Rinpoche

Cuando hablamos de la enseñanza de Buda, usamos la palabra sánscrita Dharma, y generalmente cuando hablamos de Dharma y cómo aplicar esta enseñanza en nuestra vida cotidiana, hablamos en términos de que el Dharma nos enseña a alcanzar felicidad sustentable y abandonar el sufrimiento de modo permanente.

Este es el sentido que debe tener el escuchar o practicar el Dharma, ya que normalmente las prácticas budistas tienen esta idea detrás. De otra forma no tiene sentido hablar acerca del Dharma, como si fuera algo meramente teórico o como una idea filosófica abstracta.

Si pensamos por ejemplo, en el medio ambiente de nuestro planeta tierra, y tenemos la intención de que siga siendo un ambiente saludable para todos, tenemos que comprender que lo más importante para los seres que lo habitan, es el estado mental de esos mismos seres, y más específicamente el estado mental de los seres humanos.

El único medio efectivo para lograr felicidad y eliminar el sufrimiento es la práctica de un Dharma o de una enseñanza que sea auténtica. Una enseñanza auténtica es aquella que se centra en eliminar de raíz las causas del sufrimiento y en plantar la semillas de la felicidad verdadera.

Por eso, cuando hablamos de eliminar el sufrimiento y obtener felicidad, no hablamos simplemente de hacer uso y abuso del mundo y de los seres que lo habitan con la pretensión de que debido a que lo hacemos para ser felices y para no sufrir, esta bien y simplemente hacer lo que nos parece en un momento dado, sin mayores consideraciones. En vez de eso, debemos analizar las cosas usando la capacidad de nuestra mente, hasta llegar a comprender verdaderamente cual es la base que permite que el sufrimiento o los problemas existan y cual es la base que permite que exista la felicidad o los estados de alegría y gozo.

El mirar con una mirada penetrante, profunda y cuidadosa estos problemas es lo que se podría decir constituye la responsabilidad principal de los seres humanos.

No debemos pensar de modo limitado cuando hablamos de ser felices y no sufrir, porque esto incluye muchos aspectos y en particular mantener nuestro entusiasmo y energía mental positiva. Si nos damos cuenta que todos nosotros sin excepción, tenemos los mismos derechos y las mismas capacidades para alcanzar verdadera felicidad libre de sufrimiento, entonces seremos capaces de desarrollar un entusiasmo genuino, y un estado mental positivo que nos permitirá dedicarnos a esta tarea apropiadamente.

Teniendo en cuenta lo anterior, cuando hablamos de la enseñanza de Buda, no estamos diciendo que haya que seguir una fe o una creencia, un dogma o incluso una opinión personal particular, sin embargo, existe una tradición budista de enseñanzas tanto orales como escritas que es muy antigua, y relevante, y que podemos usar siempre de una manera reflexiva, y no como un dogma o una verdad última, pues el tema principal de esta tradición y todos los textos que se han escrito, es simplemente la mente y como transformarla, para lograr verdadera felicidad libre de sufrimiento.

Por ejemplo de una manera muy básica, podemos analizar y observar lo que ocurre cuando asistimos a un evento de enseñanzas o simplemente las leemos de un libro, analizando y pensando en cuales son las causas y condiciones que se han dado para que esto ocurra. Así tenemos por ejemplo los Lamas que han realizado los preparativos para la enseñanza, al Lama quien realiza el evento, al traductor que también debe participar, etc., y también las muchas personas que fueron capaces de llegar al evento o tomar contacto con la enseñanza y las otras personas que no pudieron hacerlo. ¿Cómo confrontamos esas dos diferencias, entre aquellos quienes se las arreglaron para participar y quienes no pudieron? Por un lado podemos decir que hay causas y condiciones que distinguen a quienes lo lograron de quienes no pudieron lograrlo, y esas causas y condiciones de las que estamos hablando son esencialmente el mérito o la energía mental positiva necesarias. Este es un tipo de investigación analítica sencilla que podemos hacer. Podemos decir entonces, que una de las condiciones para tener esta publicación en las manos y estar leyendo estas líneas ahora requiere de un tipo de energía mental positiva a la que llamamos mérito.

En esta misma línea, cuando hablamos en términos del propio mérito, de este tipo de energía mental, podemos darnos cuenta en que hay mucha gente en el mundo, pero no mucha que genere interés cuando uno comienza a hablar de lo que necesita hacerse o evitarse para obtener felicidad y eliminar el sufrimiento, o cuando uno habla sobre lo que debe practicarse y lo que debe evitarse.

Este tipo de temas son las cuestiones verdaderamente espirituales, y podemos darnos cuenta que hay mucha gente que no está particularmente interesada en ellos, en cambio, están más preocupados por cosas externas, en como se ven, a donde irán el fin de semana, etc. Este tipo de cosas externas se vuelven mucho más atractivas para la mayoría de la gente. Es relativamente poca la gente o una minorías quien está interesada en cuestiones espirituales, en otras palabras, en aprender a distinguir lo que necesita ser evitado y que tipo de conductas deben cultivarse, para lograr felicidad permanente y eliminar el sufrimiento desde su raíz.

Por ejemplo, han pasado ya varios años desde que el Budismo Tibetano llegó a los Estados Unidos, y una cosa interesante que podemos notar es la cantidad de tibetanos que han llegado a los EE.UU. en un período relativamente corto de tiempo, y quizás en mucho menos tiempo en la mayoría de los casos, olvidaron el Dharma. Sin embargo, es también un signo positivo el que haya un pequeño numero de americanos, aun una minoría, quienes se han interesado de una manera seria en el estudio y práctica del Budismo Tibetano. Diríamos, que por definición, aquellas personas que tienen este tipo o estado de energía mental positiva, tienen “mérito”.

Podemos ver incluso tibetanos que vivieron con el Dharma pero que lo están olvidando y seguramente sus hijos también ya lo han olvidado. También hay unos pocos afortunados quienes aun incluso en este ambiente cultural están muy interesados y comprometidos en el estudio y práctica del Dharma y eso me hace sentir muy bien. Honestamente hablando, me hace muy feliz y me da una muy agradable sensación.

Un punto importante que hay que destacar es que a pesar de que suceda que uno tenga esta energía mental positiva del mérito y la dirija hacia el Dharma, uno se involucra por un momento en forma muy intensa y luego esta se consume, se agota y ese es el fin de la historia.

Lo que debe ocurrir es algo distinto, ya que uno debe hacer un esfuerzo regular por un periodo de tiempo prolongado, mes a mes, año a año, y continuar estudiando siempre, ya que en el budismo, es muy importante estar instruidos y además reflexionar en lo que uno va estudiando, y por supuesto, implementar y poner en práctica lo que uno ha aprendido y analizado. Este tipo de secuencia en la que uno se instruye, contempla y luego implementa lo que uno ha contemplado, por medio de diversos tipos de meditación es muy importante para llegar a realizar en uno la visión auténtica que es la esencia de la enseñanza o propuesta que hace Buda. Normal 0 21 false false false MicrosoftInternetExplorer4 <![endif]–> Es importante hacer esto con una visión de largo plazo, no esperar resultados inmediatos, porque la expectativa de obtener resultados inmediatos terminará al final consumiendo nuestras posibilidades.

Cuando estamos hablando de estudiar el Dharma para lograr la autentica visión budista, uno de los términos que se usa a menudo es la palabra tibetana ¨nyeshe¨ que significa “certeza” y podemos comprender esta certeza, como algo que ha sido entendido completamente, como cuando uno estudia hasta el punto de estar seguro de que se ha entendido realmente un tema. Eso es a lo que nos referimos con certeza, es un estado mental que se desarrolla luego de haber estudiado algo bien, este es el sentido de nyeshe. Ahora este tipo de nyeshe se encuentra en el contexto de los libros escritos y es importante, pero es importante no solo hacer un estudio externo del Dharma, sino también, debe haber una búsqueda interna para alcanzar este nyeshe o lo que significa realmente entender algo, pero en este caso será un entendimiento de la propia condición de uno mismo en relación a la propia mente. Podemos en otras palabras decir, que nyeshe tiene dos aspectos, uno relacionado al estudiar, al escuchar, al recibir enseñanzas y aprenderlas bien entendiendo la esencia de su sentido y otro relacionado al auto-conocimiento que se logra producto de la propia experiencia personal, pero este es un conocimiento que viene de mirar la propia mente usando la propia capacidad natural en conjunto con el apoyo de las enseñanzas esenciales.

Cuando decimos que tenemos que mirar nuestra mente, estamos hablando en principio de descubrir cómo funciona, cuales son sus tendencias, que es lo que sucede cuando el cuerpo y la palabra se involucran a través de la mente, etc., y esto solo puede ocurrir de modo real, cuando uno mira y observa la mente de manera directa, y gracias a las instrucciones recibidas es capaz de reconocerla.

Estos temas son muy importantes de investigar, así no solo se desarrolla convicción de entendimiento en términos de los libros de Dharma, sino también se logra tener convicción de entendimiento en relación a la propia mente.

Lo que trato de señalar aquí es algo que podemos explicar también en otras formas. Por ejemplo, se habla de lo que es “budista” en contraposición de lo que es “no budista”. En tibetano, se dice nang pa que significa interno o budista y chi pa, externo o no budista.

Me gusta presentar estos términos explicando que lo interno incluye todas las formas de budismo sea Hinayana, Mahayana o Vajrayana. Hay varias formas de budismo y todas están de acuerdo en que el punto central es la transformación de la mente. Así, ser un “interno” en este sentido, significa enfocarse en la mente interna en vez de hacerlo en el mundo externo. Esto significa que se comprende que el punto principal de la práctica es la responsabilidad de entender, contemplar y transformar la propia mente.

En contraste, lo externo realmente significa aquí pensar que de alguna forma hay algo fuera de uno mismo que es lo que se debe conocer, por ejemplo, el mundo externo, o algun tipo de deidad o un dios creador, o lo que sea que exista, pero con la idea de que está fuera de uno. Entonces se tiene la idea de que todas las energías espirituales deben estar dirigidas hacia afuera, hacia una cosa externa, un ritual externo, o un dios externo, etc. Lo que intento decir con esta idea de obtener convicción de entendimiento, es que es el resultado de observar el interior, la propia mente interna, y que esto deber ser el punto focal de la práctica.

Podemos entender cuan importante es la mente, cuando por ejemplo, reconocemos que todos queremos ser felices, y que aun cuando nos consideremos felices no lo estamos enteramente. Estamos en una especie de sufrimiento. Todos deseamos evitar el sufrimiento, pero aun cuando queramos evitarlo nos encontramos con circunstancias poco placenteras y terminamos sintiéndonos de alguna manera incómodos o infelices. ¿Estas situaciones surgen como resultado de que? Surgen primariamente debido a la forma en la que las vemos, surgen de nuestra actitud mental, de nuestra forma de ver las cosas.

Si no se ven las cosas desde el punto de vista espiritual, por ejemplo un buen amigo o un mal amigo, podríamos ver a un amigo positivo, es decir a alguien que nos ayuda a crecer, como a alguien que deber ser evitado, y es posible que por otro lado una compañía negativa o un amigo negativo, quien estimula en nosotros conductas que nos hacen daño, sea alguien que uno siente ganas de abrazar. De este modo, estar confundido por el propio estado mental respecto de lo que constituye un buen amigo y lo que constituye un mal amigo, las buenas compañías y las no saludables, ocurre debido a que nos confundimos por nuestras percepciones superficiales y estas percepciones son las que nos guían al sufrimiento y a la infelicidad.

Cuando vemos las distintas tradiciones en el mundo, incluyendo el budismo y todas las grandes instituciones, donde grandes personajes componen importantes textos y hay grandes figuras, Lamas por ejemplo, que lucen ropas muy finas, etc., encontramos mucha gente que cree en estas tradiciones y que son devotos seguidores, pero si observamos mas cuidadosamente lo que pasa en sus mentes, podemos ver que de alguna manera básica, en todas estas declaraciones de fe y devoción y en su actitud respecto a estas hermosas tradiciones, a esos hermosos maestros o a los grandes libros que han sido escritos, existe alguna tipo de pensamiento fundamentalista. Todas las creencias personales que se apoyan en las ropas finas de algún Lama o alguna idea que se considera completamente cierta y fundamental, son formas de pensar que provienen de fijarse en algo externo y nos impulsan a continuar refugiándonos en lo externo, en lugar de descubrir lo que ocurre con nuestra propia mente interna.

Cuando analizamos realmente el tipo de fe de la que estamos hablando aquí, un tipo de fe referida a cosas externas, nos damos cuenta que la razón por la que tenemos fe en ellas, es nuestro propio egocentrismo y es este egocentrismo el que nos hace orientarnos hacia grandes cosas, en la esperanza de satisfacer de alguna manera nuestro ego. Aunque pensemos que somos personas espirituales y que tenemos fe en tal persona, en esa tradición, en ese linaje, ese tipo de fe en cosas externas está motivada por el egocentrismo, por lo tanto es una fe falsa. Es una fe basada en un falso refugio y como resultado de la falsedad de esa fe, de la naturaleza poco confiable de esa fe, motivada por el egocentrismo, nuestra mente está siempre proyectándose así misma hacia fuera buscando algo que pueda satisfacer nuestros deseos internos. Este tipo de actitud, que busca satisfacer los deseos internos por medio de cosas externas, o puntos de referencia externos que uno ha internalizado, siempre nos guiarán al sufrimiento, así que por ello son falsos. Es un refugio que se supone que nos conducirá a la felicidad pero debido a esta falla básica en nuestra propia visión, siempre nos guiará al sufrimiento. Eso es lo que ocurre y aun cuando estemos buscando felicidad, debido a que este tipo de fe hacia las cosas externas está motivada por el egocentrismo, nos impide alcanzar la verdadera visión para la práctica correctamente orientada que es la práctica de la mente.

Lo que estoy diciendo no es una cuestión de tipo institucional, no es una crítica a esas instituciones o personas que por ejemplo, en un centro de Dharma se juntan para estudiar y hacen cosas en conjunto como grupo. No digo que eso en si sea algo problemático y que no sea beneficioso, de hecho es posible que sea de beneficio. Lo que estoy tratando de decirles es que especialmente para ustedes, estudiantes atípicos, que están realmente comprometidos con un camino espiritual, que busquen en su mente y si tienen a una institución valiosa en que apoyarse está bien, pero recuerden que todo el camino de la espiritualidad tiene que ver con su propia mente, no externalicen su fe, hay que internalizarla.

En otras palabras, en todo momento y contexto, usen su atención y alerta para discernir, para examinar su mente, expongan a ustedes mismos sus faltas, reconózcanlas y elimínenlas y vean por ustedes mismos sus cualidades positivas y hagan lo necesario para manifestar mas cualidades positivas.

Si ustedes no entienden este tipo de práctica, que es la práctica de la mente, especialmente lo que significa observar sus propias fallas, en otras palabras, tener una práctica interna, es posible, en cambio, en un contexto social por ejemplo que digan, “soy esto o aquello, conozco esto, conozco aquello, estoy estudiando esto, estoy practicando esto, estoy tomando esta enseñanza y aquella, etc. ” esto es solo un ejemplo de cómo se manifiesta el egocentrismo, el estar auto-centrados. Es el mismo problema que se manifiesta cuando un marido y su esposa no se llevan bien o una pareja de novios no se llevan bien, porque estos tipos de problemas surgen como una manifestación del egocentrismo.

No es necesario pensar, por supuesto, que uno tiene que inmediatamente ser capaz de hacer todo esto a la vez, vuelvo a decir que es una práctica gradual y de largo plazo. Pero el objetivo aquí, es lo que vemos en los grandes practicantes tanto indios como tibetanos y es hacer un tipo general de práctica de los Bodhisattvas (personas que están cultivando de modo concreto la mente iluminada). En esta práctica el punto principal, es simplemente ver las faltas en uno mismo, de una manera honesta, ser crítico con uno mismo y viendo las faltas de uno mismo por un lado, por otro ver las cualidades positivas de otros. Este tipo de práctica fundamental es una práctica general y básica de los Bodhisattvas y que necesitamos aplicar también nosotros.

Shantideva, antiguo maestro budista de la India, dice “si no vigilas tu mente, no hay razón para hacer ninguna otra práctica”. Este es el tipo de actividad de la que hablamos, requiere que se use la atención y la alerta discriminativa para vigilar la mente, para sondear la mente. Si se tiene este tipo de práctica de vigilar la mente y se es sincero en ello, comprometiéndose con la práctica, uno se acerca mas y mas a la sabiduría auténtica, la humanidad en el ambiente mejora, se encuentra a si mismo mas feliz y aquellos alrededor nuestro se benefician y se vuelven mas felices tan solo como resultado de la vigilancia que uno hace de su propia mente; hay muchos grandes beneficios en ello y por otro lado si uno no se hace así, no seremos capaces de avanzar en una práctica espiritual auténtica.

También puede ocurrir que estemos haciendo práctica y fácilmente perdamos el entusiasmo. La práctica puede resultar difícil y perdemos el entusiasmo, nos deprimimos por ello y sentimos que las cosas no van muy bien. En esos momentos es muy útil mantenerse enfocados en el hecho de que la mente de cualquier ser, incluida nuestra propia mente es como un tesoro de buenas cualidades y eso es algo que no puede perderse por ninguna razón, uno siempre la tendrá. Uno ya tiene buenas cualidades y pueden manifestarse aún más. Eso es algo que nadie puede quitarnos, que no puede perderse.

Sí aun así, seguimos creyendo que las cosas no van muy bien, el sólo pensar que nuestra mente es algo que tiene infinito potencial, nos ayuda a superar la depresión, los problemas y obstáculos externos e internos y nos establece en un estado en el cual somos capaces de practicar efectivamente.

Este es el tipo de reemplazo que debemos hacer en nuestro pensamiento, en nuestra tipo particular de egocentrismo, pues este nos guía equivocadamente en una dirección que nos conduce al sufrimiento y lamentablemente es algo que estamos haciendo continuamente. Desde tiempo sin comienzo mantenemos una especie de fijación auto centrada en nosotros mismos y que nos hace tener una valoración errónea de nuestras verdaderas cualidades. Por otro lado, si de una manera auténtica y apropiada, podemos enfocarnos en las cualidades positivas de la mente y nos impulsamos a nosotros mismos de modos útiles como al pensar: “tenemos esta gran mente, tenemos este gran potencial, si ya hemos hecho estas prácticas, si hemos aprendido esas cosas, entonces vamos a continuar y lo hacemos por nosotros mismos”. Este tipo de cosas positivas pueden ser muy útiles y benéficas para nuestra práctica.

Hablar acerca de perder el entusiasmo en la práctica, me recuerda cuan gradual la práctica del Dharma realmente es. Yo diría incluso que ustedes no debieran excederse demasiado inicialmente. No se esfuercen a sí mismos en hacer constantemente prácticas demasiado largas todo el tiempo. En cambio, esto es algo que deberían desarrollar gradualmente con el tiempo, de manera natural pero de manera estable y fuerte, sin consumirse.

Así que este es el tipo de consejo que yo les doy.

Preguntas:

¿Cuando la mente se dispersa, que tipo de mecanismos psicológicos pueden utilizarse para atraer la mente de vuelta y mantener una forma de vida positiva?

Una técnica es soltar los pensamientos dentro de la vacuidad, soltar o liberar los estados mentales negativos en vacuidad.

Otra manera de hacer eso, es meditar en la compasión, mas específicamente la compasión por ti mismo, considerando pensamientos negativos, como la ira o cualquier negatividad y pensar: “he sido muy tonto conmigo mismo, pero ahora quiero ser bueno conmigo mismo”. Es otro método psicológico que se puede usar para eliminar o tomar control sobre los estados mentales negativos.

Cuando usted dice, soltar o liberar las emociones aflictivas en la vacuidad, en realidad las buscamos por su ubicación física o buscamos por las razones o causas detrás de ellas? ¿Puede hablarnos un poco más sobre esto?

Puedes seguir este proceso, cuando hablamos de soltar o liberar los pensamientos en la vacuidad, o los estados mentales o emocionales negativos en la vacuidad. Uno puede pasar por un elaborado tipo de proceso para llegar a ello o puede realizarse de modo directo. Un proceso elaborado sería hacer un análisis acerca de cómo se originan estos fenómenos, cómo es que estos pensamientos surgen en base a causas y condiciones, o hacer una especie de búsqueda de estos pensamientos, ver dónde se ubican en nuestra mente?, quien es el que está enojado?,etc. Pero también uno puede liberar directamente estos pensamientos en la vacuidad. Dejar que los pensamientos se disuelvan en la vacuidad, no aferrarse a ellos, que es lo que ocurre al observarlos en su esencia misma. ¿Cual es su esencia? ¿Qué son realmente? Esta es una manera más directa de liberarlos en la vacuidad y también constituye un estado sin pensamientos, una forma de liberar los pensamientos de la mente, no aferrándose a ninguno de ellos. Esto es lo que se quiere decir con liberarlos en la vacuidad.

Debido a que no entendemos realmente la organización completa del Dharmakaya o la naturaleza de la mente, tenemos el estado confuso en el que estamos. Pensamos que la mente en sí es el estado de ira o el estado negativo que estamos experimentando. Ese tipo de confusión nos hace aferrarnos a ellos. Pero si podemos ver a través de ellos, si podemos ver más allá de la forma en que usualmente vemos las cosas, veremos que la mente funciona como lo hace un cristal. Así como el cristal refleja toda clase de cosas, así la mente lo hace con todos estos tipos de estados, sean estados negativos o positivos, así que cuando vemos a través de ellos, cuando vemos a través del hecho de estar enojado o de sentir deseo o lo que sea, veremos que lo que hay es simplemente la mente en sí, y luego veremos que incluso esta mente misma desaparece. Cuando buscamos donde esta la ira, encontramos la mente, lo que la mente es intrínsecamente. Si solo observamos eso directamente todo lo que encontramos es mente, no encontramos ira. En ese sentido no hay nada que encontrar, no hay ira que encontrar allí, la emoción negativa, el objeto de la emoción negativa, y quien siente ira, todo ello se disuelve de modo natural. Esta es una forma directa para hacer la práctica que permite liberar los pensamientos en la vacuidad.

¿Puede usted dar un consejo sobre cómo mantener la práctica ritual en ese aspecto. No llegar a cansarse con la práctica ritual, mantenerla en perspectiva?

Lo que necesitamos es preocuparnos más de nuestra propia mente y de nuestros estados mentales negativos ya sea ira, envidia, deseo o lo que sea que esté ocurriendo en nuestra mente, ese es el punto principal. Si estamos en el proceso de hacer algún ritual o leemos libros del Dharma, etc, como personas comunes aun tendremos el hábito de ver las cosas como si existiesen en un sentido último, como si fueran verdaderamente reales y las cosas van a seguir apareciendo como verdaderamente reales para nosotros cuando hagamos rituales o lo que sea que se nos ocurra hacer. El mundo aparece ante nosotros por fuerza de un habito mental erróneo, como algo real en un sentido último, y esta percepción errónea va a continuar ocurriendo hasta que podamos eliminarla, por tanto, va a pasar también cuando estemos haciendo rituales o cualquier otra cosa similar. La eliminación de esta percepción errónea de nuestra mente no ocurrirá de inmediato, por tanto, lo que debemos hacer en el ínter tanto, es cultivar actividades positivas y evitar los estados mentales negativos. De todos modos, si estamos haciendo rituales por largo tiempo, o leyendo libros del Dharma o lo que sea en relación a esto, será algo mejor que hacer otro tipo de actividades que tiendan a desarrollar estados mentales negativos. Así que en principio es mejor preocuparse más de evitar estados mentales negativos y si encuentran que su mente está exagerando en cuanto a las prácticas de rituales, no se presionen mucho con ello.

Las técnicas dadas por el Buda en el pasado, en algún momento alguien más se dio cuenta que funcionan. Probablemente no te hagan ningún daño si tu llegas a exagerar haciendo rituales muy prolongados. Pero por supuesto, es también algo difícil al comienzo todas estas cosas de tocar campanas, hacer sonar el tambor, golpearle a alguien en la cabeza con el damaru (tambor tibetano). Esto último es solo un juego, pero bueno, este es el tipo de dificultades que enfrentamos en la práctica habitual.

Sé que las emociones humanas pueden llegar a ser un gran problema, como la ira y todas esas emociones similares, por lo tanto podemos liberarlas en la vacuidad, pero pienso también, que sin estas emociones humanas, la gente puede ofuscarse o deprimirse. ¿Cómo uno puede evitar eso?

El propósito aquí no es el de eliminar completamente todas las emociones, definitivamente ese no es el objetivo. El hecho es que necesitamos las emociones. En la práctica, llamamos a la compasión una emoción. En respuesta a la pregunta, estas cosas van a estar contaminadas por la ignorancia en el sentido de tener estados conceptuales de pensamiento, pero sin embargo, es cierto que la distinción básica aquí es entre aquellos tipos de emociones que son positivas como aquellas que pudieran necesitar cultivarse a lo largo del camino espiritual, como la compasión y aquellos otros tipos de emociones que llamamos “negativas”, que no las deseamos para nada. La forma básica de distinguir estas dos, es que existen tipos de estados emocionales que nunca pueden estar conectados con la sabiduría. Nunca tendremos estados mentales de este tipo y también ser sabios a un mismo tiempo. Con este tipo de emociones no es posible ver las cosas como realmente son, analizarlas con sabiduría.

¿Tiene sentido la forma en la que surgen? …Si hay algún estado emocional y tu examinas esa emoción y dices “¿Estoy viendo las cosas claramente aquí?” Si este estado emocional está conectado con ver las cosas claramente, entonces, sabrás que es una emoción positiva o al menos no es un estado mental negativo. Entonces, cuando tienes un estado emocional cualquiera, deberías preguntarte ¿Puedo tener sabiduría con este estado emocional? ¿Puedo ver las cosas claramente mientras tengo estos estados emocionales?… Si no puedes, entonces eso no es un estado emocional positivo… Esa es la línea básica de discusión. No hay necesidad de eliminar las emociones, sino, de tener emociones que sean compatibles con o que sirvan como ayuda para la generación de sabiduría.

Para alguien que es un laico y tiene responsabilidades en la casa, con la familia, con el trabajo, etc. en la vida diaria ¿cómo podemos internamente liberar esas emociones negativas en la vacuidad, pero externamente seguir manteniendo una interacción relativa con otras personas? caso puntual: se espera que me enoje ante una situación en la oficina y realmente noto que esta bien decir “Si, estoy enojado”. Algunas veces me confunde eso, pues internamente puedo separarlo, pero externamente…?

Pueden haber algún tipo de prácticas, por ejemplo, en la cual una persona se espera que muestre algo energético, un poco salvaje, o se manifieste de modo brutal en algún momento, por ejemplo, en la lucha summo, o en el futbol, pero esos son tipos de contextos que uno esperaría manifestarlos y entonces no es un problema el no involucrarse internamente en una emoción particular que se esperaría que uno tuviera en una situación dada, sino externamente demostrar algo como esa emoción, si uno está de hecho externamente demostrando que ve las cosas claramente. Si tu estás en un estado de confusión al hacer eso, entonces probablemente es un problema, pero si tu puedes tomar eso como una oportunidad que sea de beneficio a otras personas y ves claramente una reacción particular conforme a las expectativas y no obstante, combinado también con ver las cosas claramente, con sabiduría, entonces es en realidad una práctica en ese caso. No hay contradicción por un lado, entre el hecho de lo que tu esperas aparecer de cierta manera en la vida, pero por otro lado, esas apariencias podrían no coincidir con lo que tu estás cultivando internamente, tu puedes incluso usar esas apariencias como una forma de cultivar algo más.

Tanto que yo mismo me he encontrado en situaciones donde creo que necesito manifestar algo que podría ser entendido como ira. Yo no siento ira por dentro, siendo esta una especie de estado mental que se confunde por ignorancia. Pero yo diría algo de manera iracunda a alguien como “OK, levántate y sal de aquí” o usando palabras rudas con algún estudiante si es necesario o si siento que es el único método que tengo y que pudiera funcionar en ese contexto. Dadas ciertas condiciones yo he manifestado también algo que podría ser interpretado por alguien más, como ira o algo parecido. Pero, nuevamente, dentro de esos contextos, siento que cuando hago eso o llego a darme cuenta de haber estado actuando de esa forma o creo que es el mejor curso de acción en un contexto dado, siempre intento asegurarme de que internamente si llego a hacer algo así, al menos eso esté asociado con sabiduría y no con un estado mental negativo.

Transcrito del Inglés en forma libre, por Carlos Cubillos (Ngakpa Rinchen Phuntsok). Cualquier error que exista en este texto producto de su transcripción, sea accidental o intencionada, pido a las dakinis su absolución. Sarwa Mangalam.